Por Thomas Jimmy Rosario Martínez DVPR
Cuando Edgar Santana ingresó en la cárcel, nunca renunció ni fue destituído. La Legislatura Municipal, presidida por Iván Hernández, sencillamente informó la «vacante» a las autoridades y comenzó el proceso de sustitución, con una pugna en el Partido Nuevo Progresista entre José Galán e Iván Hernández.
El entonces alcalde Iván Hernández, autorizó un cheque de $35,000.00 aproximadamente para el recluso, el cual se entregó a su padre, persona autorizada por el ex-alcalde para recibirlo. Posiblemente ese dinero fue para pagar la apelación que instó su abogado Harry Padilla, porque tengo entendido de que sus hijos no vieron ni un centavo de ese dinero.
Santana viajó en crucero fuera de Puerto Rico, fue a Nueva York y a Florida. Lo vieron fuera de Vega Baja en múltiples ocasiones, pero «nunca» cogió un día libre con cargo a vacaciones o días de enfermedad. Por eso, al cabo de siete años, hubo que darle el cheque de los treinta y cinco mil, porque esa es la ley.
No hay un funcionario o empleado municipal de más alto nivel que el alcalde, por lo que nadie lo supervisa. En esa libertad, todo lo que hizo, aunque estuviera fornicando en un motel por varios días, era trabajo oficial. Si se hubiera reunido con San Miguel y Piñeiro -secuaces de su mafia criminal- en un hotel del lado este de la isla, con damas, bebidas y hay quien dice que hasta polvo blanco, no estaba ausente de sus funciones como alcalde y acumulaba vacaciones.
Los alcaldes han descubierto ese truco intencionalmente puesto así en las leyes y reglamentos para agenciarse dinero adicional cuando lo necesitan. Con una cara de yo no sé, lo que llaman una faz apendejada, ellos se aprovechan de ese hueco y asaltan las arcas municipales a su conveniencia. Que tienen derecho, sí. Que no es moral hacerlo, también.
No sé si Iván Hernández cobró su cheque adicional. Un año trabajó y aunque los últimos días no lo veían llegar a la Casa Alcaldía, la cual de hecho la entregó al nuevo incumbente antes de que este juramentara, de seguro funcionaba como algunos contadores de agua y luz, que hasta con el aire siguen marcando el consumo.
Marcos ya cumplió su primer año, así que debe ir pensando en unas vacaciones. El tiene otra naturaleza, así que no tema que si se va por unos días, alguien le va a comer los dulces o se va a caer el mundo. Además, las vacaciones refuerzan la mente y la salud física, bueno para los que como él, paran solamente cuando el sueño los rinde.
Señor alcalde, active su pasaporte y váyase solo con su esposa si es posible a Tierra del Fuego, Alaska o el Mediterráneo. Ella también merece unas vacaciones por el extraordinario trabajo sin paga que ha realizado durante el pasado año y por mantener siempre esa cara de cariño y positivismo que tanto nos motiva a todos.
Como le he dicho, usted tiene otra naturaleza.
