La Piscina Municipal ya es un patrimonio nuestro
A mi me gusta ser justo con las personas que sirvo desde la Legislatura Municipal. En mi posición, como legislador, represento al Partido Independentista Puertorriqueño, pero también a los ciudadanos de todos los partidos políticos.
Tal vez, por eso, el alcalde Marcos Cruz, en un gesto generoso de su parte e inmerecido de la mía, me reconoció como un mentor y un ejemplo, en la actividad celebrada el jueves conmemorando el bicentenario de la Legislatura Municipal. El, como yo, es un veterano de la rama legislativa y sabe distinguir el servicio desinteresado del oportunismo por lo que tengo que agradecerle sus palabras.
En el asunto del estado de la piscina municipal, coinciden muchas variables. La primera es la necesidad.
Cuando Luis Meléndez Cano decidió hacer el proyecto de la piscina municipal, la economía en general estaba mucho mejor que ahora. Se podía invertir en una estructura y un servicio con la proyección asegurada de su mantenimiento continuo y recurrente. Pero se perdió en esa ecuación la burocracia, los cambios hacia una economía en decadencia y el pillaje y mala utilización de los fondos públicos municipales de la pasada administración.
El primer gobierno que falló en darle continuidad a su proyecto, fue, casualmente, el de Luis Meléndez Cano. Cuando entregó a la nueva administración, ya había quejas del administrador ante el Comité de Transición de que los suministros ni el servicio de mantenimiento llegaban a tiempo. Luego las administraciones de Santana, Hernández y la presente siguieron con la misma trayectoria hasta que el asunto ya ha hecho crisis.
El Diario Vegabajeño de Puerto Rico publicó en primicia el asunto pero no hubo reacción municipal. Luego el Senador José (Joito) Pérez fue a los medios en un gesto oportunista a criticar la presente administración sin incluír en su mensaje el pasado inmediato e incluír los que de su mismo partido son causantes de lo ocurrido.
La Piscina Municipal se ha convertido en una institución de educación, ensayo, práctica y competencia. Es, además, el santuario de una vegabajeña excelente en el desempeño internacional, Vanessa García, a quien yo tuve el honor de proponer y lograr que la calle desde donde se proyectó al mundo llevara su nombre. Y ante la pobre reacción de ejecución de la pasada administración, llevé hasta las últimas consecuencias el que se rotulara la calle.
Vanessa misma ha sido una víctima de las circunstancias. Cuando se dejó caer el mantenimiento porque el Gobierno Municipal determinaba otras prioridades como la compra de estatuas de bronce sin valor cultural y a un precio que más parecía un asalto que una compra, ella no pudo usar la piscina para competir en los Juegos Panamericanos en Mayaguez, como debió ser. Si lo hubiera hecho, se hubiera enfermado y no hubiéramos podido disfrutar su desempeño exitoso.
Un movimiento misterioso y dudoso ocurrió en ese momento que nos debe llevar a la reflexión y a la duda. Hubo una compra equivocada de cloro líquido, del que no se usa en la piscina, que se adquirió de un suplidor nuevo y distinto al que había anteriormente. Ese cloro, en lugar de devolverse, se retuvo, duplicándose la inversión, ya que los químicos de piscina comoquiera tuvieron que comprarse para el mantenimiento adecuado de la piscina.
Al final del mandato de Iván Hernández se inventaron una limpieza de la Plaza José Francisco Náter para justificar el uso de la existencia de la sustancia erróneamente adquirida, lo que nunca antes se había hecho de esa manera. Esto puede dar la impresión de que crearon la necesidad artificialmente y que no fue un error la compra del cloro líquido sino hecho con toda la intención, para alguna persona obtener beneficios económicos.
En este momento la opción no debe ser el cierre permanente, la privatización ni dedicarlo a otro propósito. Aun con el problema que ha ocurrido, el apoyo al proyecto de parte del ciudadanía es evidente. Esto lo vemos como una oportunidad para reflexionar y reinventar con mejores perspectivas lo que como vegabajeños ya tenemos.
La piscina es un patrimonio local. Por lo tanto, tenemos que apoyar un nuevo concepto para que el mantenimiento continuo y adecuado sea anticipable y permanente. Hay que cortar la burocracia y duplicar los suministros, piezas y servicios para que nunca se acaben los químicos, darle el mantenimiento a los alrededores y al agua de la piscina y tener las piezas en existencia para no empezar el engorroso proceso de cotización y compra cuando se rompen.
Recuerdo al Senado Angel Chayanne Martínez y al Representante Héctor Torres que cuando estaba la anterior administración penepé, ambos se ofrecieron a ayudar en este asunto cuando surgió la necesidad de usar la piscina por parte de Vanessa. Eso nunca se materializó. En este asunto reciente, nuestro pueblo es uno de los que representan los mismos incumbentes de los distritos senatoriales y representativos, pero nada han dicho hasta el momento, ni de lo que prometieron y no cumplieron y de lo que podrían hacer para ayudar a resolver ahora, cuando se necesita.
Tampoco al Senador que protestó en esta ocasión, José (Joito) Pérez, le hemos escuchado decir que puede hacer para ayudar a resolver el problema mas allá de exponerlo públicamente y de motivar a los medios a que una vez más, pusieran a un pueblo, que no es el de él, en vergüenza pública.
El Gobierno Municipal debe elaborar el plan de acción que hemos sugerido. Debe también preveerse que el agua de la piscina, en un descargue, no cause problemas a los vecinos de Brisas de Tortuguero. Hay que asegurarse además que en la canal en que se vierte, no vaya a causar daños al ecosistema de la Cuenca de la Laguna Tortuguero.
La lucha de muchos vegabajeños por un asunto que podría parecer trivial para algunos, es oportuno en esta época. Leer las palabras de Vanessa García, esa maravillosa y honrosa figura de nuestra ciudad, con la voz autoritaria que tiene para decir la verdad y fundamentarla, la de las madres de los usuarios de la piscina que saben del beneficio colectivo que esta les ha brindado a sus hijos y la unidad de todo un pueblo para que las cosas marchen bien en este sector de la comunidad, dice todo sobre la fibra de este pueblo.
La voz de protesta de los vegabajeños, como la de los patriotas que mañara hará ciento cuarenta y cinco años convirtieron a Lares en un escenario para la historia, es siempre un recurso para iniciar la revolución desde cualquier frente y por cualquier motivo común.La inactividad no produce cambio
Lo importante es la unidad de los vegabajeños y los puertorriqueños en propósitos que nos unen como éste. Así nuestra nación renovará cada día su esperanza de liberar las cadenas que nos restringen nuestra vida individual y colectiva y tendremos un futuro más cierto que el que contamos hoy día.
Hoy estamos defendiendo nuestro patrimonio local, todos los días debemos hacerlo con Puerto Rico.

