Las iguanas de palo se aparecen por donde quiera. Esta vez fue en una casa de la Calle 3 de Villa Real, donde abundan. Los vecinos dicen que los chinos del Restaurant las compran. Pero, ¿para qué?
El 7 de enero pasado, una de tamaño inmenso (alrededor de 7 pies), apareció en el estudio de la Fotografía Rosario y luego se encondió en un pasillo, para tener que sacarse mediante la ayuda de cuatro hombres, entre ellos, Carlos Torres, de Cambicheck y el Director Ejecutivo de este diario, Thomas Jimmy Rosario Martínez.
El animal salió corriendo por la puerta de enfrente, se escondió brevemente debajo de un automóvil y a toda velocidad cruzó la Plaza de Recreo hasta que se ocultó en el jardín de la Iglesia Católica, con una habilidad para desplazarse que dejó atónitos a los presentes, pues parecía un animal pesado.
¿Qué vamos a hacer con este problema?

